Cómo ser traductor jurado en España
La traducción jurada nace como una rama de la carrera de Traducción e Interpretación, una profesión oficial que se considera una responsabilidad legal. Los traductores que deciden convertirse en traductores jurados optan por poner a su disposición sus conocimientos lingüísticos y ofrecer sus habilidades al servicio de la justicia y de la comunicación.
Si en algún momento te has planteado obtener la certificación como traductor jurado en España, pero quieres conocer cuáles son los requisitos para convertirte en traductor jurado o descubrir las funciones de un traductor jurado, te las explicamos a continuación. En este trabajo te encargarás de realizar traducciones oficiales reconocidas y trabajar para organismos legales para dar el salto hacia esta profesión certificada.
¿Qué es un traductor jurado?
Comenzando por la explicación exacta sobre el trabajo de estos profesionales, se entiende por traductor jurado aquella figura que se desenvuelve en el ámbito de la traducción y la interpretación y que dispone de la acreditación del Ministerio de Asuntos Exteriores. Por ello, un traductor que está capacitado y cualificado para darle validez legal a cualquier documento extranjero a través de su traducción, sello y firma.
Por estos motivos, hablamos de profesionales cuyo trabajo principal no es el de traducir un documento de un idioma original a otro de destino, sino que tiene la particularidad de que con esta traducción están legalizando el documento ante los organismos y autoridades españolas oficiales. Por ello, el trabajo de un traductor jurado es no solo el de asegurarse de que existe una fidelidad y una veracidad en el documento que traduce, sino que es él mismo quien la acredita con su trabajo.
De esta forma, hacemos referencia a que los traductores jurados traducen, sobre todo, documentos oficiales extranjeros relacionados con la Seguridad Social, con Hacienda, con Inmigración, etcétera. En cualquier momento en el que se necesite traducir un documento de carácter jurídico o legal o bien de español al idioma extranjero o viceversa, se necesitará el trabajo de un traductor jurado español.
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Requisitos para ser traductor jurado en España
Una de las dudas más habituales que envuelve a esta profesión es el acceso a ella. Pese a que podemos imaginarnos que para trabajar como traductor jurado en España simplemente basta con estudiar la carrera de Traducción e Interpretación, lo cierto es que no es así. Ya hemos comentado que esta titulación pasa por la obtención de un título como traductor e intérprete que otorga directamente el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación; de lo contrario este profesional no podrá ejercer.
De esta forma, para llegar a ser traductor jurado en España es necesario realizar un examen que convoca a la oficina de Interpretación de Lenguas, la cual depende del Ministerio. Para ello, los requisitos solicitados habitualmente suelen ser los que mencionamos a continuación:
- Es imperioso que la persona que se vaya a presentar al examen supere la mayoría de edad legal en España o lo que es lo mismo a los 18 años.
- El interesado en presentarse al examen debe tener la nacionalidad española o, en su defecto, la de un Estado miembro de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo.
- Para poder acceder al examen también será imprescindible que se tenga el título español de Graduado licenciado universitario. Este título debe corresponder siempre al nivel dos o al nivel tres del marco español de cualificaciones para la educación superior conforme establece el decreto 967/2014.
Sin embargo, como puedes imaginarte, pese a que estos son los requisitos legales, también tenemos que hablar de los requisitos de conocimiento que se pedirá a cualquier interesado para que este sea capaz de superar los exámenes. De esta manera, hablamos de los diversos conocimientos que enumeramos:
- Conocimiento de idiomas. No solo es esencial tener un conocimiento exhaustivo y nativo sobre la lengua en la que vamos a examinarnos, sino también en aquella en la que queremos traducir. Para ello, se necesitarán habilidades de escritura, de comprensión y de habla.
- Habilidades en gramática y terminología. Relacionado con el punto anterior, para poder superar el temario que se publica en el examen resulta obvio esperar que este futuro traductor jurado tenga suficientes conocimientos sobre la lengua española en el ámbito de la lexicología a la terminología y la gramática.
- Conocimientos sobre traducción. Para poder abordar esta profesión con cabeza, lo ideal es que el futuro traductor jurado también conozca lo suficiente sobre traducción para poder llevar a cabo este proceso con la técnica necesaria. Por ello, lo ideal es haber estudiado una carrera de Traducción e Interpretación.
- Conocimientos jurídicos. Para terminar, la otra rama esencial para poder trabajar como traductor jurado va a ser la que nos lleva a tener los suficientes conocimientos legales y jurídicos para no solo superar el examen, sino poder ejercer con soltura esta profesión. Por ello, haber estudiado Derecho también resulta prácticamente obligatorio.
Funciones de un traductor jurado
Una vez entendido todo el proceso para poder llegar a convertirse en traductor jurado u oficial, también resulta importante que tengamos en cuenta cuáles son las funciones de este trabajador. Si quieres conocer a qué tareas se enfrenta un traductor jurado en su día a día o cuáles son los documentos que traduce un traductor jurado, te lo explicamos al detalle.
La principal función de un traductor oficial es la de otorgarle legalidad y validez a cualquier documento traducido, ya sea de la rama jurídica, financiera, económica o del ámbito empresarial. De esta forma, un traductor jurado puede trabajar con documentos para notarías, documentos administrativos, títulos legales, documentos comerciales, etcétera. Con esto claro, un traductor jurado en España trabajará en su día a día con certificados académicos, testamentos, acuerdos empresariales, contratos laborales, poderes notariales, documentos de peritos, etc.
Un traductor jurado puede intervenir a la hora de firmar todo tipo de acuerdos comerciales en la empresa. Y es que siempre y cuando una empresa tenga una sede en el extranjero y requiere de la revisión de documentos legales para que pueda ejercer su actividad en ambos territorios.
Más allá de esto, un traductor jurado suele trabajar en entidades gubernamentales oficiales, puesto que como decimos se encargará de dotar de ilegalidad a los documentos mediante su firma y sello. Un traductor jurado se limita a traducir la información que pone en el documento y en ningún momento podrá corregir, añadir o eliminar información. El traductor jurado no tiene ninguna potestad para modificar el texto, puesto que únicamente se dedica a redactarlo en una lengua distinta, manteniendo siempre la fidelidad del original.