Cómo alquilar una habitación a estudiantes, consejos prácticos

Cuando tenemos en mente alquilar una vivienda, las opciones son variadas: podemos optar por alquilar a familias, a un único inquilino o incluso por habitaciones. Entre estas alternativas, alquilar una habitación a estudiantes se ha convertido en una de las opciones más populares y rentables durante los últimos años, especialmente en las ciudades españolas, como Madrid, Barcelona o Valencia, que cuentan con alta afluencia de jóvenes que se trasladan para estudiar en las universidades, institutos y academias.
Sin embargo, alquilar una casa por habitaciones, especialmente a estudiantes, puede traer consigo ciertos problemas, como los riesgos de impago o que se traduzca en posibles desperfectos en la vivienda. Por este motivo, en este artículo, te vamos a proporcionar algunos consejos prácticos o tips para que puedas disfrutar de las ventajas de este modelo de arrendamiento mientras minimizas los riesgos que puede conllevar.
Alquilar una habitación a estudiantes tiene sus ventajas
Optar por alquilar una habitación a estudiantes suele traer consigo una serie de beneficios que no se obtienen con otros tipos de inquilinos. Por ejemplo, los estudiantes, generalmente, suelen alquilar habitaciones durante periodos de entre 5 y 12 meses, dependiendo de la duración del curso académico, lo que garantiza una estabilidad relativa.
Además, alquilar a estudiantes te permite evitar los contratos de larga duración, que legalmente suelen ser de, al menos, cinco años, especialmente cuando se arrienda un piso completo a un único inquilino o a una familia. Esta flexibilidad permite que puedas disfrutar de una mayor libertad para ajustar el uso de la vivienda, establecer normas o revisar las condiciones del alquiler al expirar cada contrato.
Asimismo, debes tener en cuenta que, como los estudiantes suelen irse de vacaciones en verano al terminar el curso escolar, como propietario, puedes disponer de tu vivienda unos meses e incluso destinarla al alquiler vacacional e incluso a turistas para hacer que tu inmueble sea todavía más rentable. A esto debemos añadir que en caso de que los estudiantes no puedan pagar, sus padres se suelen hacer cargo del alquiler en su lugar e incluso, si ambos estáis de acuerdo, podéis renovar el contrato año a año durante los cuatro o cinco años que dure la carrera.
Elige con cuidado a los inquilinos de cada habitación
Uno de los pasos más importantes a la hora de alquilar una habitación a estudiantes es seleccionar cuidadosamente a los inquilinos que van a entrar en el piso o casa que vas a arrendar. Haz una especie de casting, evaluando entre los posibles arrendatarios teniendo en cuenta algunos factores, tales como su perfil académico, pedir referencias sobre arrendamientos previos o algunos tipos de garantías económicas que puedan ofrecer, como, por ejemplo, el aval de un familiar.
Además, es importante que no pierdas de vista la buena convivencia y la armonía entre los ocupantes de la vivienda. Intentar que los inquilinos tengan horarios y estilos de vida compatibles ayudará a prevenir conflictos y problemas derivados de una convivencia problemática que puedan surgir más adelante.
Establece una fianza que cubra posibles daños en la vivienda
Para proteger tu inversión, siempre es recomendable solicitar una fianza al momento de alquilar. Esta cantidad debería ser suficiente para cubrir posibles desperfectos en la vivienda o el mobiliario. En general, la fianza suele ser equivalente a uno o dos meses de alquiler, dependiendo de lo estipulado por la legislación de cada comunidad autónoma.
Asimismo, no te olvides de dejar claras las condiciones en el contrato, como por ejemplo qué tipos de daños podrían implicar la pérdida de la fianza y cuáles serían los motivos para su devolución total o parcial. No nos vamos a detener en la importancia del contrato, ya que vamos a hablar de ello a continuación:
Formalizar un contrato por escrito es fundamental
Uno de los aspectos más importantes que no debes pasar por alto al alquilar una habitación a estudiantes es formalizar un contrato de alquiler por escrito. Este documento debe especificar las condiciones específicas del arrendamiento, como el período de duración, el importe mensual del alquiler y las normas de convivencia dentro de la vivienda.
Incluye en el contrato cláusulas específicas que permitan rescindir el acuerdo en caso de incumplimiento por parte del inquilino, como problemas de convivencia, organizar fiestas, hacer ruido fuera de horario o molestias al vecindario, si se permiten mascotas o no, etc. También es fundamental añadir un inventario detallado de los muebles, electrodomésticos y demás objetos incluidos en la vivienda. De esta forma, ante cualquier desperfecto, podrás valorar si corresponde descontarlo de la fianza.

Cuenta con la garantía de alquiler seguro de habitaciones de SEAG
Uno de los mayores temores que suelen quitar el sueño a los propietarios al alquilar una habitación a estudiantes es el impago del alquiler o los daños provocados por actos de vandalismo. Para evitar preocupaciones, considera contratar un servicio de garantía de alquiler, como el que ofrece SEAG, cuyas condiciones puedes consultar a través de: https://www.seag.es/garantia-de-alquiler-seguro-de-habitaciones/.
SEAG te proporciona un seguro de impago de alquiler por habitaciones totalmente garantizado. Este servicio no solo cubre los impagos de los inquilinos, sino que también incluye defensa jurídica y protección contra actos vandálicos, con una cobertura de hasta 3.000 euros.
Además, contarás con el respaldo de un equipo de abogados especializados en arrendamientos y mediadores que resolverán cualquier incidencia que pueda surgir en el cumplimiento del contrato. Este nivel de protección te brinda la tranquilidad necesaria para poder gestionar tu propiedad con total confianza.En definitiva, podemos decir que alquilar una habitación a estudiantes puede ser una opción muy rentable y práctica si tomas las medidas adecuadas para protegerte ante los posibles inconvenientes que puedan surgir. Con los consejos que te hemos dado, no nos cabe ninguna duda de que alquilar tu vivienda a estudiantes puede convertirse en la experiencia segura, tranquila y beneficiosa para ambas partes que estás buscando. ¡No dudes en contactar con el respaldo de los profesionales de SEAG!
Ofrece tu piso amueblado para captar la atención
Un piso amueblado tiene mayores posibilidades de atraer a los estudiantes, ya que evita que estos —o sus padres— tengan que invertir una considerable suma de dinero en mobiliario apto para el descanso, para el estudio y para funcionar en el día a día. Además, esto también te puede permitir justificar un alquiler mensual ligeramente más elevado.
Para hacer tu oferta más atractiva, asegúrate de que cada habitación cuenta con lo esencial para el estudio, como un escritorio, una silla ergonómica, espacio de almacenamiento —un armario, una mesita de noche, aparadores—. También es importante que la vivienda disponga de electrodomésticos básicos, tales como nevera, lavadora, horno, microondas, plancha, vitrocerámica y televisión, entre otros, así como espacio de almacenaje suficiente en las zonas comunes (baño, cocina y comedor).
Elige la mejor época para alquilar una habitación a estudiantes
El curso académico suele comenzar en septiembre, lo que significa que la búsqueda de habitaciones se suele intensificar durante los meses de mayo, junio y julio. Es en este período cuando deberías publicar tu oferta, para que los estudiantes puedan tener tiempo para organizar su mudanza en agosto y comenzar el curso sin contratiempos.
Además, ten en cuenta que existe una segunda gran demanda entre enero y febrero, cuando estudiantes de intercambio o de segundo cuatrimestre buscan alojamiento. Estos inquilinos, generalmente becados por programas de intercambio, como el Erasmus, tienden a quedarse menos tiempo (entre 4 y 6 meses), lo que te permitirá maximizar la ocupación del piso durante todo el año, especialmente si ya has alquilado a otro estudiante de erasmus durante el primer cuatrimestre y asegurar que el piso no deje de ser rentable.