¿Cómo afecta la sordera en el aprendizaje?

Oliver Romero
Oliver Romero

La sordera y la pérdida de audición pueden incidir directamente en el aprendizaje de los más pequeños. A continuación te contamos cómo afecta la sordera en el aprendizaje, según los expertos, y cuáles son las principales técnicas y tratamientos que es posible aplicar para minimizar los riesgos que puede suponer la sordera en el aprendizaje.

La sordera y cómo afecta en el aprendizaje

La hipoacusia, sordera o deficiencia auditiva es la disminución del nivel de audición que supone para las personas que la padecen la dificultad de poder captar algunos sonidos.

La sordera o hipoacusia puede ser reversible si se trata de una pérdida auditiva conductiva o definitiva si hablamos de una pérdida auditiva neurosensorial. La hipoacusia tiene diferentes niveles de severidad dependiendo del grado de pérdida auditiva de que se trate. Hablamos de una pérdida auditiva leve si las personas pueden registrar sonidos por debajo de 20 decibelios hasta los cuarenta decibelios. Las pérdidas auditivas moderadas se dan cuando las personas son capaces de registrar sonidos de los 40 hasta los 60 decibelios. Las pérdidas severas se dan cuando no se detectan los sonidos si estos no alcanzan los 60 o los 85 decibelios. Las pérdidas auditivas profundas tienen lugar cuando las personas no pueden percibir los sonidos que superan los 85 decibelios.

Este tipo de pérdidas auditivas en los niños pueden interferir en su proceso de aprendizaje y en su desarrollo académico, ya que no le permiten seguir de forma normal la totalidad del lenguaje oral. Los expertos advierten que los niños pueden llegar a perderse entre el veinticinco y el cincuenta por ciento de las conversaciones que tienen lugar durante su aprendizaje.

En este punto, las pérdidas auditivas leves son más complicadas de detectar que las pérdidas auditivas más severas, porque las deficiencias que pueden presentar los pequeños en su aprendizaje en muchos casos se confunden con falta de atención o con distracción en clase. Esto se traduce en rendimientos escolares bajos que hacen que muchos niños abandonen los estudios debido a la frustración y confusión que sienten durante el proceso de aprendizaje.

La incidencia de la sordera en el aprendizaje

De esta manera, los niños con sordera tienen más problemas y dificultades a la hora de aprender gramática, vocabulario, el orden alfabético, las diferentes expresiones del idioma y otros aspectos relacionados con la comunicación verbal, lo que más tarde se verá reflejado en la dificultad para adquirir la lectoescritura.

En este punto es fundamental tener en cuenta que la disminución de la capacidad auditiva no afecta para nada en la capacidad intelectual ni en las habilidades para aprender de los niños, pero que al limitarse la percepción de los sonidos, sobre todo en la etapa de adquisición del lenguaje, se generan dificultades para los pequeños que más adelante aparecerán reflejadas a lo largo de su vida y de su aprendizaje.

Es por este motivo que resulta fundamental tener en cuenta, tal y como nos han explicado los expertos en audición de AudicostAudifonos, que las dificultades o problemas auditivos se pueden diagnosticar y tratar a tiempo para que no afecten al aprendizaje de los pequeños en diferentes pruebas realizadas por expertos audiólogos, otorrinolaringólogos o audioprotesistas.

Algunas de estas pérdidas auditivas aparecen desde el nacimiento y otras de ellas se adquieren por diferentes infecciones o enfermedades, así como se desarrollan con el paso del tiempo. Es por estos motivos que resulta fundamental realizar revisiones auditivas periódicas si contamos con antecedentes familiares o si los niños presentan algunos de los síntomas que evidenciamos a continuación.

Uno de los síntomas que pueden indicar la aparición de problemas de audición en los pequeños es la supuración de los oídos y el dolor de oídos. También es posible que los niños con problemas de sordera no identifiquen ruidos fuertes ni reaccionen a ellos, así como que no respondan a la llamada de los padres.

Si los niños aumentan o disminuyen el tono de voz esto también puede indicar que padecen problemas de sordera, así como si suben el volumen de la música o de la televisión o se acercan a estas fuentes de sonido para escucharlas mejor.

El retraso en el desarrollo del habla también es un signo que puede indicar que los pequeños tienen problemas de sordera, así como también una mala pronunciación, un bajo rendimiento escolar o el que los niños inclinen constantemente la cabeza hacia un lado para poder escuchar mejor.

De nuevo, es fundamental tener en cuenta que la detección precoz de los problemas de sordera es fundamental en bebés y niños, porque solamente de esta forma se podrán implementar las acciones necesarias como los tratamientos quirúrgicos, los tratamientos farmacológicos o la adaptación de audífonos, prótesis auditivas, implantes cocleares o cualquier otro tipo de sistema que permite atenuar el impacto de la deficiencia auditiva o sordera en los niños, en su desarrollo y en su aprendizaje, tanto a nivel escolar como a nivel social y familiar.

En conclusión, la sordera puede incidir de forma directa en el aprendizaje de los niños minimizando su desarrollo o ralentizándolo, así como aislándolo del resto de compañeros, de las personas que van a formarles y de la sociedad pero por suerte, es posible evitar estos problemas realizando un correcto diagnóstico de los problemas de pérdida auditiva de los niños lo antes posible para poder implementar las soluciones correctivas más necesarias y útiles en cada caso que permitan a los niños aprender como el resto de pequeños, adquirir las destrezas del lenguaje necesarias para una vida equilibrada y continuar aprendiendo durante el resto de su vida sin más problemas ni contratiempos.