¿Cuántas horas dormir para poder estudiar bien?
Según los especialistas en descanso, es recomendable que los universitarios duerman al menos ocho horas cada noche. Durante los períodos de exámenes, menos del 10% de los estudiantes logran cumplir con esta meta, y la mayoría se conforma con un promedio de seis horas de sueño por noche.
Dada la importancia de los exámenes, es comprensible la presión de sacrificar horas de sueño por tiempo adicional de estudio. Sin embargo, es crucial entender cómo esas sesiones de estudio que se prolongan durante toda la noche pueden afectar negativamente los esfuerzos de preparación para los exámenes dentales, así como qué medidas tomar en su lugar.
La importancia de dormir y estudiar
Dormir lo suficiente y de manera efectiva es fundamental para todos los aspectos de tu salud física y mental, sin olvidar tu rendimiento cognitivo. Durante el sueño, tu cerebro atraviesa diversas fases, dedicando más tiempo a la etapa de movimientos oculares rápidos (REM), donde se producen la mayoría de tus sueños. Además, esta fase es crucial para que tu cerebro procese la nueva información adquirida durante el día y la consolide en la memoria.
Al reducir la duración del sueño, se acortan estas fases extensas de sueño REM. Si estás preparándote para tus exámenes, esto implica que te resultará más complicado procesar y retener la información que intentas aprender. No obstante, esta no es la única manera en que la falta de sueño puede influir en tus estudios.
La falta de sueño puede provocar el suspenso
La razón por la cual no puedes conciliar el sueño puede ser que no descanses lo necesario o que la calidad del sueño no sea la adecuada, y en algunos casos, puede ser una combinación de ambas. Incluso una sola noche sin dormir puede tener un impacto cognitivo equiparable a tener un nivel de alcohol en sangre del 0,05%, casi alcanzando el límite legal para conducir bajo los efectos del alcohol.
Los efectos de la falta de sueño pueden hacerse más evidentes después de pasar toda la noche en vela, pero también es posible experimentar estos efectos al no dormir lo suficiente de manera regular. Dormir solo una hora menos de lo necesario cada noche durante una semana puede tener el mismo impacto cognitivo que pasar toda la noche sin dormir. Así que, si eres como la mayoría de los estudiantes que duermen seis horas en lugar de ocho durante la temporada de exámenes, es muy probable que estés experimentando falta de sueño.
¿Cómo afecta esto a tus exámenes? La falta de sueño puede manifestarse a través de síntomas como la disminución de la creatividad, el pensamiento crítico, la resolución de problemas, el razonamiento lógico, la memoria de trabajo, la memoria, la atención, la concentración y otras habilidades esenciales para el éxito en los exámenes dentales.
Se ha comprobado que los niveles de estrés aumentan debido a la falta de sueño, lo cual complica aún más una temporada de exámenes ya estresante. Este aumento en el estrés dificulta conciliar el sueño, creando un círculo vicioso. La función inmune también se ve debilitada, aumentando la probabilidad de enfermarse, algo que definitivamente no necesitas el día del examen.
Por otro lado, aquellos estudiantes que mantienen consistentemente hábitos de sueño adecuados, tanto en cantidad como en calidad, tienden a obtener mejores resultados en los exámenes en comparación con sus compañeros que sufren de falta de sueño. Un estudio ha demostrado que una mayor duración y calidad del sueño se correlacionan positivamente con calificaciones más altas. Sin embargo, no es suficiente dormir bien solo la noche anterior al examen; un rendimiento mejor se asocia con buenos hábitos de sueño mantenidos a lo largo de las semanas previas.
Tener un buen colchón es fundamental para descansar bien
Para disfrutar de un buen descanso es fundamental contar con un buen colchón. Si el colchón no es de buena calidad, entonces el estudiante no va a poder disfrutar del confort y descanso que necesita para recuperar fuerzas a nivel físico y mental.
Como ya hemos comentado, el descanso es vital para conseguir unos buenos resultados. Si estás buscando un buen colchón a buen precio, te recomiendo visitar el catálogo de colchones de ColchonClub. En el mismo podrás encontrar una amplia variedad de colchones entre los que elegir. Lo importante es que compres un colchón con el cual te sientas cómodo y se adapte a tus necesidades.
Actualmente en el mercado hay muchos tipos de colchones entre los que podemos elegir. Gracias a esa variedad encontrar el colchón adecuado no es complicado. Lo importante es tener claro qué es lo que buscamos. Por ejemplo, hay estudiantes que se sienten mucho más a gusto en un colchón de muelles y otros en uno visco. Tener claras las necesidades ayuda a encontrar el colchón ideal con más facilidad.
Si no tienes claro qué tipo de colchón se adapta mejor a lo que necesitas, siempre tendrás la opción de pedir ayuda a los profesionales. Ellos te podrán asesorar y así la decisión te resultará más sencilla.
Cómo dormir bien ayuda a estudiar mejor
Asegúrate de dormir al menos ocho horas, ya que es crucial para tu bienestar. Según los expertos, los adultos universitarios a menudo necesitan más sueño que el promedio. Apunta a un mínimo de ocho horas, pero presta atención a las señales de tu cuerpo. Si no te sientes descansado, considera dormir más.
Mantén la consistencia en tu rutina diaria. Dado que tu cuerpo funciona mejor con ritmos circadianos regulares, intenta acostarte, dormir y despertarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayudará a regular tu ciclo natural de sueño-vigilia.
Desarrolla una rutina de relajación nocturna. Crea actividades relajantes, como yoga o darte una ducha antes de leer un libro antes de dormir. Repite esta rutina cada noche para que tu cuerpo la asocie con el sueño, facilitando la relajación.
Si te sientes agotado durante el estudio, considera tomar una siesta breve. Estudios sugieren que una siesta mejora la memoria. Sin embargo, asegúrate de que sea breve, ya que, si es demasiado larga, puede dificultarte conciliar el sueño más tarde.
Trabaja de manera inteligente, no excesiva. Estudiar durante largos períodos no siempre es efectivo. Limita las sesiones de estudio a bloques de 2 a 3 horas y asegúrate de tomar descansos para recargar tu energía.
Evita estudiar tarde en la noche, ya que mantener la mente activa antes de acostarte puede dificultar la relajación. Además, la luz azul de dispositivos electrónicos puede interferir con la liberación de melatonina, la hormona del sueño.
Mantén el estudio fuera de tu dormitorio para asociar este espacio con el descanso, no con el trabajo y el estrés. Si es posible, elige otro lugar para estudiar.
Controla tu consumo de cafeína y evita los excesos. Limita la ingesta de café y evita bebidas energéticas al menos ocho horas antes de acostarte. El alcohol, aunque induce somnolencia, puede afectar la calidad del sueño, así que consúmelo con moderación y evítalo la noche anterior a un examen.
Prepararte para los exámenes comienza con hábitos saludables, así que adopta estos consejos con anticipación para garantizar tu éxito.